Farapi es una empresa soñadora. A pesar de que trabajamos dentro de un sistema capitalista patriarcal y colonialista, buscamos continuamente co-crear nuevos modelos.
Nuestro carácter es a la vez rígido y cambiante. Por un lado, creemos que hay unas bases que son innegociables; entre otras cosas, trabajamos sin jerarquía y reconocemos trabajos no productivos. Por otro lado, nos gusta mirar al entorno para revisar nuestras decisiones y seguir aprendiendo y desaprendiendo mutuamente. Poco a poco, estamos trabajando en co-crear nuevos modelos en este sistema represivo y violento.
En 2019, desde Farapi Kooperatiba decidimos que queríamos transformar nuestra forma de trabajar, creando una estructura más acorde con nuestra ideología: pasamos de ser una cooperativa con gerencia a una cooperativa no jerarquizada, organizada por grupos de trabajo. Desde entonces, estamos trabajando por un modelo ‘bizigarri’ (en euskera, ‘habitable’), que ponga el bienestar de las personas y el equipo en el centro, teniendo en cuenta la viabilidad del proyecto y el impacto que genera en nuestro entorno.
El marco que ofrece la economía feminista ha sido clave para impulsar este nuevo modelo de trabajo. Para ponerlo en práctica y aplicarlo a nuestra realidad, hemos acordado una serie de dimensiones que vertebran nuestro trabajo y hemos creado procesos y herramientas que nos ayudan a desarrollarlas en la práctica.
Nuestro recorrido
Hemos recorrido un largo camino para llegar a ser lo que somos hoy en día. Para conocer a Farapi es importante saber de dónde venimos.
«Bizigarri»
Trabajamos constantemente por un modelo de trabajo ‘bizigarri’ (habitable), no sea fácil, estamos en una búsqueda constante de un modelo que sea sos no podemos dejar de buscar un modelo de trabajo habitable.
La relación con el entorno
Estamos convencidas de que para estar conectadas y lograr la cohesión con el entorno es imprescindible crear redes con otros agentes.
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