En 2019 pusimos patas arriba la estructura de trabajo de Farapi y, desde entonces, estamos inmersas en un proceso de transformación constante. Eliminamos el modelo de gerencia tradicional y empezamos a organizarnos por grupos de trabajo, reducimos las horas de trabajo y empezamos a crear herramientas y mecanismos para garantizar la habitabilidad (bizigarritasuna) del grupo y de las personas que integramos la cooperativa.
Después de tres años, el año 2022 ha sido un año de estabilización para Farapi. Mantener un equilibro entre habitabilidad y viabilidad no ha sido fácil, pero los resultados del año anterior nos han demostrado que es posible.
La transformación se está llevando a cabo teniendo en cuenta cinco dimensiones: el proyecto, el equipo, la persona, el entorno natural y el entorno social. Este análisis del año 2022 lo hacemos, por tanto, desde la corresponsabilidad social, porque somos y queremos ser más allá de nuestra persona, grupo y proyecto.
Es una decisión política compartir con transparencia con quién trabajamos, de dónde recibimos nuestros recursos económicos y en qué los empleamos.
A medida que hemos ido elaborando este informe, también hemos tenido la oportunidad de hacer un reconocimiento a la trayectoria anual. Estamos orgullosos del trabajo realizado en 2022, aunque somos conscientes de que aún tenemos margen de mejora. Esto nos ha dado fuerzas para seguir con el modelo estimulante y afrontar nuevos retos.
Conoce nuestras entrañas: