La antropología será feminista
Tal y como indican las organizadoras, la antropología feminista surge en los años setenta del siglo pasado, aunque previamente ya contamos con algunos antecedentes significativos. Es un modelo teórico que ha tenido y tiene diferentes denominaciones y desarrollos teórico-metodológicos, también según los contextos históricos y geográficos, pero que se aplica a todo tipo de temáticas y campos de estudio. Uno de sus objetivos principales es transformar tanto el conocimiento dentro y fuera de la disciplina como la realidad, para lo que es necesario reaccionar frente a lo establecido y convertir la incomodidad en una apuesta conceptual, personal y política.
El congreso contó con mesas redondas sobre cuatro ejes: la genealogía, la teoría, la metodología y las relaciones con el feminismo y la sociedad. Asimismo, el congreso contó con varios paneles temáticos que sumaron aportaciones locales e internacionales. La integrante de Farapi María Ajuria Hernández participó en el panel "Procesos etnográficos y aportaciones metodológicas".
"¿Cómo se cruzan en la práctica o en el ámbito de cada uno la antropología, la metodología y la visión feminista?" Esa fue la pregunta que nos lanzaron a las participantes del panel para preparar nuestra intervención. El objetivo fue dialogar sobre antropología aplicada, compartir experiencias y explicar los retos que tenemos por delante.
Investigar para cambiar las cosas
En Farapi creemos firmemente en la importancia de trabajar en equipo y, por eso, aunque en el panel solo participó María, fue una presentación preparada en grupo. La presentación la trabajamos desde la experiencia propia de Farapi y, además de mencionar las herramientas de trabajo que utilizamos, llevamos dos experiencias concretas al congreso.
«Nuestro objetivo no es la investigación, sino investigar para cambiar las cosas», comentó María para iniciar la conferencia. De hecho, en Farapi utilizamos varios enfoques y herramientas antropológicas para la transformación social. Promovemos procesos de transformación para responder a los retos sociales y nos preguntamos continuamente: ¿Cuáles son las herramientas que necesitamos para ello?
En nuestra actividad, además de la antropología, utilizamos otras disciplinas y metodologías: participación y dinamización de grupos, facilitación, economía feminista o economía social… y ahora hemos empezado a impulsar el ámbito de la comunicación. No tenemos un proyecto que se centre exclusivamente en un ámbito, que incorpore de forma aislada la perspectiva antropológica, de género o de participación: todo es transversal.
Sin embargo, como el eje central del congreso era la antropología, hablamos de los conceptos derivados de la misma: comunidad, cultura de grupo, rituales, sistemas de valores… En Farapi, utilizamos la antropología para analizar la realidad, pero también para apoyar los procesos colectivos.
Farapi Kooperatibako Maria Ajuriak taldean prestatu duten aurkezpena erabili du haien lanari buruz kontatzeko, iturri eta diziplina ugari nahastuz eta herritarrak ikerketa prozesuetan inplikatuz ahal duten guztita. Ikerketa ez da helburu, eraldaketa tresna baizik. #AFKongresua22
— AntropologiaFeministaKongresua (@kongresua) June 9, 2022
Tendiendo puentes entre la Academia y la calle
En Farapi trabajamos continuamente con otros agentes que están fuera de la academia (por ejemplo, el movimiento feminista). Por eso decimos que somos "traductoras". En función del contexto, adaptamos el lenguaje y/o para que sean comprensibles para las personas participantes de cada proceso. También damos importancia a la democratización del conocimiento y creemos en la construcción colectiva del conocimiento. Por lo tanto, en vez de ser "expertas", nos describimos como compañeras de viaje.
«En nuestros procesos de trabajo de investigación trabajamos con sujetos, no con objetos», subrayó María en el panel. Esto significa que, en vez de hacer nosotras la interpretación, intentamos que las personas que conforman la comunidad se autointerpreten, entrando nosotras en el rol de observadoras y canalizando las reflexiones. María puso como ejemplo el proceso de recuperación de la memoria histórica desde una perspectiva feminista en Irura a través de un recorrido histórico. Posteriormente, dio a conocer el proceso de reflexión sobre la soledad con las personas mayores a través de la técnica de la "fotovoz".
El feminismo nos atraviesa
En Farapi queremos ser feministas en todos los ámbitos: en la forma de trabajar, en las relaciones, en el día a día… Hemos problematizado las cosas que el feminismo ha problematizado, y estamos en camino de buscar soluciones de forma colectiva.
A nivel interno, estamos trabajando en equipo la iniciativa "Farapi Bizigarri". A partir de las reflexiones derivadas de la economía feminista, hemos aplicado un marco teórico (cuidados, horas extra de trabajo, roles en el equipo) a lo que estábamos trabajando de forma natural y en la práctica a nivel interno.
Por otro lado, incorporamos transversalmente el enfoque feminista en los procesos que apoyamos. Así lo manifestó María en el congreso: «Poner en valor lo invisible, trasladar al centro los conocimientos o cosmovisión que quedan en los márgenes». «Intentamos poner las condiciones para dar voz a quien que no tiene voz, dando importancia al sujeto y a sus vivencias». También trabajamos con contenidos derivados del feminismo y, continuando con el trabajo de "traductoras", adaptamos enfoques y conceptos en cada proyecto.
Los retos nos mueven
Para terminar, hablamos de los retos que nos encontramos en nuestro trabajo. Hacer de "traductoras" no es fácil, especialmente en contextos no receptivos, y bajar de la teoría a la práctica también puede ser un gran reto.
A ello se une un reto añadido: cada vez tenemos más demandas de acciones sencillas e inmediatas para responder a las necesidades del momento en un corto periodo de tiempo. Lamentablemente, esto a menudo no nos permite llevar a cabo los procesos en profundidad y en las condiciones adecuadas. En Farapi damos mucha importancia a dedicar el tiempo necesario a los procesos, para que la transformación sea real, y a veces no tenemos posibilidad de hacerlo.
Seguimos bebiendo de las fuentes de la antropología, manteniendo la interdisciplinariedad y haciendo conexiones entre ellas. Sin embargo, el trabajo del día a día no siempre nos permite recoger y aplicar las aportaciones que se hacen desde la antropología y la academia. Por ello, María, en nombre de todo el equipo de trabajo de Farapi, agradeció sinceramente la invitación a participar en el I Congreso de Antropología Feminista porque «este tipo de espacios nos permiten conectar con los orígenes». ¡Ya estamos esperando a que se celebre el próximo congreso!